viernes, 1 de marzo de 2024

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar marzo de 2024

 




TEORÍA DEL JUEGO

En las baldosas
de la cocina
inventamos el mundo.
Los coches
en miniatura circulaban
por el laberinto de calles
del frío.
Los autos
de policía y los camiones
iban de un lado a otro
de la habitación.
Los niños 
andábamos a gatas
y en silencio.
Las horas eran
tardes de juego interminables.

Llegada
la noche
guardábamos en una bolsa
nuestro tesoro
de sueños pequeñitos.

Al día
siguiente
en nuestro cuarto
creábamos de nuevo
el mundo.

Javier Díaz Gil
6 de febrero de 2024

viernes, 9 de febrero de 2024

08/02/2024. Texto de mi presentación de Excerpta, de Fernando Soriano Bensusan en el café Figaro (Madrid)

 

Javier Díaz Gil, Diego, Fernando Soriano y David Lerma

Ayer, jueves, 8 de febrero de 2024, tuvimos la suerte de escuchar en Madrid a Fernando Soriano Bensusan, -poeta que reside en su ciudad natal, Granada, y que es componente de la Tertulia Rascamán que coordino-, que presentaba su último libro, Excerpta.

En el ambiente cálido del café Figaro charlamos sobre su libro y escuchamos sus textos tras mi presentación que aquí comparto para que conozcáis al poeta y su nuevo libro:


Presentación de Excerpta

Café Fígaro, Madrid

8 de febrero de 2023. 19.00 horas




Fernando Soriano Bensusan
 (Granada, 1966) coordinó y presentó los Encuentros Literarios” junto al poeta Juan Peregrina Martín (2011-2017). Ha publicado los poemarios Materia dormida, 1988. La llama inhabitable, premio Cruz de Piedra, 1994. Dar contra la luz, premio Inocente García Carrillo, plaquette, 1997. Lluviosas tardes de verano, premio Hilario Ángel Calero, 1999. Los rostros de la dicha, finalista del premio José María Valverde, 1998. Melpómene, 2º en el I Premio Amateur de Literatura Planeta DeAgostini, 2000. Las llamas del olvido, finalista en los Premios Artífice de Loja, 2005. Mi sueño vive debajo de tus párpados, XII Premio La Espiga, 2008. Hassard / mi sueño vive debajo de tus párpados (Editorial Poeta de Cabra, 2010), Centros de curvatura (Geep Ediciones, 2014), Sombra de un animal bebiendo sombra (Editorial Nazarí, 2018) y Blanca sombra del fuego, finalista del I Certamen Internacional de Literatura Multigénero del Bajo Andarax, 2019.


Ha sido incluido en las antologías Donde no habite el olvido, 2011; Todo es poesía en Granada, 2015; Cuaderno de bitácora, 2016; El pájaro azul, homenaje a Rubén Darío, 2016; De la nieve al trigo, Granada, 2019; Versos al amor de la lumbre, 2020; Poemas en cuarentena, Antología poética del confinamiento, 2021 y Para decir amor sencillamente, homenaje a Rafael Guillén, Granada, 2021. Ha publicado en diversas revistas literarias y su cuento El abrazofue finalista del XXIV Concurso de Narraciones Breves de Ideal, Granada, 2020. 


Excerpta (Nazarí, 2023) es su obra más reciente y que hoy presentamos en Madrid.


Empecemos por el principio. ¿Qué es, qué significa Excerpta?

Dice el diccionario de la RAE:


excerpta

Tb. excerta.

Del lat. excerpta, pl. n. de excerptus 'elegido, entresacado'.

1. f. p. us. Colección, recopilación, extracto.


Del excelente prólogo de Juan Peregrina del libro, anoto también que “en literatura, cada uno de los fragmentos de una o varias obras de un autor publicadas separadamente”.


Estamos ante un libro muy peculiar. Construido a partir de fragmentos y citas de textos de autores, de autores que en la búsqueda de una poética son referencia para Fernando Soriano, que han definido sus criterios sobre la idea de la creación y que nuestro poeta comparte y desarrolla en este libro. Los desarrolla construyendo alrededor de esas citas, de esos fragmentos.


Dice Fernando Soriano en una reciente entrevista de Javier Gilabert en la web secretolivo.com:

https://secretolivo.com/index.php/2024/01/25/fernando-soriano-bensusan-el-arte-tiene-que-cumplir-una-funcion-catartica/


“Desde mi libro Centros de curvatura, en 2014, comencé un proceso de escritura que pretendía alejarse del subjetivismo, del yo como sujeto que habla en el poema. En esta nueva escritura tenía preeminencia el lenguaje, el decir y cómo decir, la metapoesía, la reflexión sobre qué es un poema. En el siguiente libro Sombra de un animal bebiendo sombra (muy influido por el poeta uruguayo Víctor Sosa), trabajé durante mucho tiempo en textos en prosa donde predominaban las figuras retóricas fonológicas, condimentados con grandes dosis de imaginación y una generosa porción de ironía. Pretendo una escritura excéntrica, alejada de modas y de patrones comunicativos que me resultan agotados. A los lectores no quiero darles una lectura fácil, tampoco aburrirlos.”


Podría ser esta presentación tal como demanda Fernando Soriano en la nota para lectores insatisfechos, la penúltima parte del libro, una forma de completar este libro añadiendo más notas, haciendo infinito este libro fragmentario que tiene voluntad de no acabar, que tiene voluntad de crecimiento.


Así lo ha visto también el crítico y poeta, Juan Peregrina, en su prólogo, titulándolo “Notas sobre Excerpta”.


Tenemos pues, dos claves para interpretar y entrar en este libro, la fragmentación que significa trabajar los textos a partir de las citas, afrontando la tarea de construcción del lenguaje y su poética y empleando el juego fónico (los palíndromos, la aliteración, la similicadencia, la eufonía e incluso rozando a veces la cacofonía).

En segundo lugar está el equilibrio entre el silencio, origen de la palabra, y la búsqueda del poema y concluyendo que el poema ya es poema porque lo completa con su lectura el lector.


Con esta segunda clave introduce Fernando Soriano el componente lúdico del libro, con el uso de la espacialización, de las imágenes, de la poesía fonética, la poesía visual, la ausencia de signos de puntuación, los cambios de tipo y tamaños de letra… que hacen de este libro también para el lector una suerte, permitidme el atrevimiento, de libro de pasatiempos, en el que el autor demanda continuamente la participación del lector para interpretar, completar el poema, resolver enigmas.


Nos lo avisaba Fernando Soriano: “A los lectores no quiero darles una lectura fácil, tampoco aburrirlos.” Y os aseguro que no os aburrirá su lectura.


Siempre he defendido que los libros de poesía han de comenzar a leerse por el índice. El índice denota la intención del poeta por crear una estructura no solo formal sino de intención y contenido. Un libro es una estructura orgánica en la que nada debe sobrar y que evoluciona página a página para transmitirnos una idea.


Este libro demuestra en su índice la intencionalidad de Fernando Soriano de crear una estructura sólida de pensamiento lírico. Las citas que abren cada parte y las que acompañan a los textos a pie de página -pies de página que no hay que dejar de leer para entender el trabajo de creación del poeta a partir de los textos recogidos- son claves en este trabajo de recopilación y creación que me atrevería a llamar enciclopédico.


Tras las primeras citas en las que queda patente la voluntad de palimpsesto de este libro: “Toda obra es el espejo de otra.“, dice en una cita de George Perec, viene un Exordio inicial, un poema que es una recreación de los diez mandamientos, nueve en este caso en realidad, que declara lo sagrado del silencio por encima de todo. Dice Joan Brossa: “Que el silencio arrastre las palabras a la profundidad”.


Amarás al silencio sobre todas las sílabas…

es el primer verso del Exordio. 


Permíteme, Fernando, que te regale una cita nueva sobre el silencio y que encontré en la entrada de una iglesia y que me llevó a pensar en ti y en este libro. 


Está ud. entrando en un lugar de oración.

No perturbe el silencio.


Pensé enseguida que para Fernando Soriano el silencio es algo sagrado y entrar en este libro ha de hacerse con respeto. Este también es un lugar de oración, de lenguaje, no perturbemos el silencio si no podemos añadir nada que sea más valioso.


Tras el Exordio viene la primera parte del libro, Notas para la descripción de los minerales negros”. 


Declara y explica con las citas que lo encabezan qué es Excerpta: “El excerpere puede ser definido como el hábito de tomar notas (los excerpta), de seleccionar y compilar citas, extractos, fragmentos textuales y anotaciones durante la lectura…” (Iveta Nakládalová)


Estamos ante un libro en el que no debemos dejar pasar, lo avisé antes, ni una sola de las citas. Porque este libro es a la vez un libro de citas sobre la creación literaria y el motivo también para la escritura y la creación poética del poeta.


El texto de Fernando Soriano con que abre esta parte es una defensa del método de la excerpta. Me interesa destacar de él que en esa recopilación de los textos “se da testimonio de los gustos e intereses del autor-compilador”.


Por no pecar de exhaustivo -este libro da para un estudio en detalle y una conversación larga con el autor- apuntaré algunas ideas de cada parte.


En “lo crudo y lo cocido” está la búsqueda de la definición de qué es un poema. El poema es inexplicable, dice Octavio Paz. Octavio Paz es uno de los autores que más cita Fernando Soriano. Y está la idea de que el poema es ciego y nos facilita una relación de poetas ciegos. No podía faltar Borges en esa lista.


En esa búsqueda del poema el poeta ensaya sus juegos fónicos, con aliteraciones como ésta: descalza la tristeza y con tiza traza…


Surge aquí la idea recurrente de que los poemas se transforman con cada lector, “Este poema ya no es un poema” porque cada lector es otro poeta que transforma el poema con su lectura.

Parafrasea a Machado cuando dice:


el poema que

lees no es poema /

porque lo leas /

es poema porque te lee


Y reflexiona irónicamente, jugando ya, en cómo debe descender el poema dentro del lector. Me encantará escucharte esta tarde ese texto.


En “Aperi oculos” llega el silencio, el desierto y su representación en una poesía visual. 

Recomiendo detenerse en cada poema y disfrutarlo. La intertextualidad, las citas se integran en los poemas. Y las enumeraciones caóticas, la sucesión de imágenes como:


braceo

buceo

en las soleadas

litografías

del agua extinta

en los cauces secos

de los grandes ríos

en la hora de ámbar coagulada


O los juegos de palabras:


(el hambre

es o es

eso es

es eso

es soez)


Hay detrás de estos poemas un trabajo de orfebre, paciencia y sabiduría.


En la siguiente sección, “Aire del desanidador de pájaros” entra lo lúdico, con “Animo iocandi”. Es momento de reflexionar sobre la escritura y el juego. Jugar con el lector, por ejemplo, reservando una página para publicidad, incluyendo un poema-gusano de Ungaretti, “Eterno” que recorre palabra a palabra las páginas pares, facilitándonos Instrucciones para armar un poema con una alegoría de la construcción y la arquitectura. Espero también escuchar las instrucciones esta tarde en la voz de Fernando.


O plantearnos un juego de encadenamiento con ese “Empiezo diciendo”. Y el manejo de las imágenes: laberintos, jaulas, horror vacui, sonetos por hacer y sonetos en idiomas desconocidos, uroboros (de nuevo aparece el homenaje a Víctor Sosa)… 


¿Por qué todo esto?, nos podemos preguntar. Porque “No es necesario escribir sobre algo, sino escribir algo”. (Severo Sarduy).


La siguiente sección, Los minerales negros”, intentará definir algo que no conseguiremos nunca, saber qué es un poema. Ya se preguntaba lo mismo en lo crudo y lo cocido. 

En primer lugar, de nuevo, las citas. La primera, de Rafael Narbona, “No hay una escritura personal, sino fragmentos a la deriva que se encuentran y se separan.” La escritura es pregunta y búsqueda.

Tras las citas, una página en blanco, imagen del silencio. Una página en blanco posee también significado.

Reitera la idea de que el poeta y el lector completan el poema:

el “yo escribo” significa que tú lees.


Los minerales negros bien pueden ser las palabras ya escritas, las que recopila el poeta para volver a reescribir. El poeta practica con la palabra un proceso similar al empleado con el mineral por el cual se separan la mena y la ganga y que tiene varias fases:


Lavado. Se elimina el lodo y material orgánico presentes en algunos minerales.

Trituración. Disminución del tamaño de los trozos de roca provenientes de la mina.

A ellos le sigue la Molienda, la Homogenización, la Clasificación y la Concentración.


Ese trabajo es el que efectúa el poeta con el mineral negro de la palabra.


Lo expone con claridad en la poética de la página 126:


recoge 

desechos de abandono

lo eternamente sin forma y lo fragmentado…


Frente a este proceso, es necesario afirmar que donde no hay riesgo no hay escritura.


En esta sucesión de poéticas vuelve a aparecer lo visual, los palíndromos, los juegos de palabras, las enumeraciones, el hipérbaton, las cacofonías: de resecos flecos de ecos.


El lector atento encontrará entre estos textos en torno a la creación poética, de pronto la sorpresa de un poema de amor:


en el búcaro de tu vientre

agua de sol:

colérico

zumbar de insectos

mi mirada


Hendiduras es la última parte, siete poemas que son pura poesía visual. Divididos en dos, por una columna central de silencio, de vacío, de pausa.


La cita de Mario Montalbetti nos aclara la intención del autor: “El valor de un poema no reside en lo que dice sino en lo que hace al lenguaje”. 

Confieso que me gusta esta parte, esta labor creativa que va más allá de la palabra. “Dividir el mundo en dos, partirlo”, como indica la cita de Eduardo Milán.


Las palabras son una mancha de tierra sobre la nieve. La nieve es el blanco del papel, es el silencio. La nieve, su símbolo, es protagonista de estos poemas.


El poema final de esta parte cierra el libro y nos deja claro que ya es hora de hacer, de dejar de hacer, hora de esperar a que otros hagan… 


Es el sentido de libro infinito, sin final que exponía al principio.


Hay una parte última que es quizá la más importante desde el punto de vista de la exposición teórica del libro. Nota para lectores insatisfechos.


Es el momento en el que el poeta pide al lector que complete de verdad el libro. Animarle a añadir palabras, frases, citas; a eliminarlas; a permutar textos, a mezclarlos, a combinarlos. Y la opción más radical, arrancar todas o parte de las páginas y reescribir el libro.

La última cita asevera esta base teórica que desarrolla Fernando Soriano: Como ya lo expresó Lautremont, la poesía debe estar hecha por todos, no sólo por uno.


Cierra, ahora sí, el libro con un Epílogo. Un epílogo que recoge la idea inicial. Recordad el primer verso del Exordio: Amarás al silencio sobre todas las sílabas…  El autor invita al silencio con dos poemas en prosa. 


Este ha sido un hermoso viaje a Ítaca, ahora toca regresar y que el lector reciba el agradecimiento del autor por haber junto a él escrito el mismo libro.


Toca ahora conversar con el poeta, con Fernando Soriano Bensusan, y escuchar sus poemas y disfrutarlos y es el momento de saber que tanto el lector como yo mismo, ahora en mi labor de presentador, estamos escribiendo con él este libro. Me remito a una cita que aparece en el libro: “El comentador de la obra, como afirma Blanchot, se erige también como repetidor de la obra misma”. 


Gracias por tu poesía, Fernando, por tu trabajo fragmentario y totalizador a un tiempo, y por la fortuna de tenerte con nosotros hoy presentando Excerpta en Madrid.


Javier Díaz Gil

5 de febrero de 2024

Os recomiendo vivamente su lecrtura.

Os dejo con algunas imágnes del acto: